martes, 10 de junio de 2014

Con este blog inicio una serie de artículos con los que quiero rendir homenaje a todos aquellos que participaron en el gran conflicto del que este 2014 se cumplen cien años, la Primera Guerra Mundial.

Hace ya tiempo que el último participante de la Gran Guerra falleció, por lo que no nos queda más que la memoria para poder comprender y situar los acontecimientos acaecidos entre el 28 de julio de 1914 al 11 de Noviembre de 1918, acontecimientos por los que la Humanidad debe sentirse avergonzada, y que jamás deberían haberse repetido, aunque como el Ser Humano es el único ser vivo que tropieza dos veces en la misma piedra, provocó, 31 años después, el mayor conflicto visto en la Historia. Pero el germen de la Segunda Gran Guerra se forjó en los lujosos despachos imperiales de la Primera.

Hoy en día, podemos contemplar estos acontecimientos en toda su perspectiva, aunque tendemos a olvidarlos demasiado rápidamente. No nos podemos permitir que caigan en el olvido, y quiero que estos artículos, a la pequeña escala que representan, colaboren en que este conflicto, repleto de errores cruciales de cálculo, que llevo a la muerte a más de diez millones de jóvenes, principalmente europeos, y que mostró al Mundo el nuevo rostro de la guerra, sea conocido y recordado en toda su dimensión, al menos por aquellos a quienes les llegue, amigos, compañeros y todos aquellos a quienes quieran hacerlos llegar.

Madrid, a 04 de junio de 2014,

E. T. Lawrence

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