Antes del inicio de la I Guerra Mundial, los ejércitos de
los diferentes contendientes habían evolucionado tanto organizativa como
tecnológicamente, basándose en las experiencias extraídas de los conflictos de
la segunda mitad del siglo XIX. No obstante, distaba una gran distancia que
ninguno de ellos estuviese realmente preparado para lo que había que venir.
Tropas rusas son enviadas a pie al frente |
A continuación os presento una descripción de los
contendientes, viéndolos desde los diferentes puntos de vista, es decir,
tecnológico, organizativo, logístico y moral.
El título del artículo (Movilización), hace referencia al
periodo de tiempo que fue conocido de esta forma, y que abarcó desde el inicio
del conflicto al estancamiento en la guerra de trincheras en diciembre de 1914.
Será el periodo que abarquen nuestros próximos artículos, así que sirva este
como preámbulo.
LOS EJÉRCITOS ENFRENTADOS. TECNOLOGÍA SOBRE PREPARACIÓN;
MORAL SOBRE EVALUACIÓN DE RIESGOS: Desde el final de las guerras napoleónicas,
se hizo obvio para las naciones europeas que la época de las cargas gloriosas,
de los jinetes avanzando con estandartes al viento, había finalizado para dar
paso a la reina del campo de batalla, el arma preferida de Napoleón: La
Artillería. Todos los ejércitos desarrollaron cañones y armas ligeras cada vez
más eficaces y rápidas.
Ametralladora británica Vickers |
A las armas ligeras de avancarga de comienzos del siglo XIX,
siguieron las primeras carabinas de retrocarga y repetición, que tanto daño
hicieron en la Guerra Civil Americana. Durante la Guerra Franco-prusiana de
1870, los fusiles Chassepot franceses destrozaron las filas de la Guardia
Prusiana, disparando eficazmente a distancias de 400 metros. Y durante las
aventuras coloniales británicas, las armas ligeras y ametralladoras Gatling,
deshicieron de forma continuada las masivas cargas de zulúes, sudaneses o
hindúes. De hecho, experimentaron en sus carnes el devastador fuego que las
armas ligeras podían implementar en la Guerra Anglo-Boer de finales de siglo.
Todas las naciones pudieron contemplar como la evolución de estas armas pasaba
una grave factura a su desdichada infantería y trasnochada caballería.
Para el comienzo de la I Guerra Mundial, cada nación entró
en batalla con lo último en armamento ligero. Las armas ligeras más conocidas
al inicio de la contienda serían:
·
Imperio Alemán: Fusil de cerrojo Mauser 98 (http://es.wikipedia.org/wiki/Mauser_98);
Ametralladora Maschinegewehr 08 (http://es.wikipedia.org/wiki/MG_08).
·
Imperio Austrohúngaro: Fusil de cerrojo
Steyr-Mannlicher M1895 (http://es.wikipedia.org/wiki/Steyr-Mannlicher_M1895);
Ametralladora Schwarzlose M 1907 (http://es.wikipedia.org/wiki/Schwarzlose_MG_M.07/12).
·
Imperio Ruso: Fusil de cerrojo Mosin-Nagant (http://es.wikipedia.org/wiki/Mosin-Nagant);
Ametralladora Maxim 1910 (http://es.wikipedia.org/wiki/Maxim_M1910).
·
Imperio Británico: Fusil de cerrojo Lee-Enfield (http://es.wikipedia.org/wiki/Lee-Enfield);
Ametralladora Vickers 7,70 (http://es.wikipedia.org/wiki/Ametralladora_Vickers).
·
Francia: Fusil de cerrojo Lebel M1886 (http://es.wikipedia.org/wiki/Fusil_Lebel_Modelo_1886); Ametralladora Hotchkiss M1914 (http://es.wikipedia.org/wiki/Hotchkiss_M1914).
La Reina del campo de Batalla |
En cuanto a la Artillería, que sería la gran destructora de
vidas durante la guerra (junto a la ametralladora) había evolucionado de forma
devastadora. Ya en la Guerra Civil Americana, los contendientes llegaron a
utilizar en asedios y guerra de trincheras, enormes trenes de artillería, que
incluían enormes piezas pesadas que destrozaban lo que alcanzaban. Sin embargo,
aquellos cañones carecían aun de lo que los nuevos, desarrollados en la última
parte del siglo XIX y comienzos del XX si tenían: velocidad de disparo.
Piezas como el cañón francés modelo 1897 (http://en.wikipedia.org/wiki/Canon_de_75_mod%C3%A8le_1897)
de 75 mm. eran capaces de realizar una cadencia de 15 disparos por minuto, lo
que permitía saturar con fuego un área concreta, con los obvios riesgos para
los seres humanos que habitasen esa zona.
Además, los contendientes habían tenido en cuenta las
evoluciones de calibre, adoptando los cañones medios de entre 65 y 75 mm. como
cañones de campo, pero llevando a la batalla calibres mucho más gruesos, obuses
y artillería ferroviaria, capaz de disparar sus proyectiles a larguísimas
distancias. Pioneros en el desarrollo de enormes trenes artilleros fueron los
austrohúngaros, cuyas piezas pesadas fueron empleadas por los alemanes en los
asaltos a las fortalezas belgas de Lieja y Namur.
Uniforme Alemán |
Uniforme Austro-húngaro |
Pero a pesar de desarrollar estas destructivas armas, los
oficiales quedaban ciegos a la hora de aceptar el terrible efecto que estas
tendrían sobre los soldados, quienes al final, se verían obligados a sepultarse
bajo tierra para evitar perecer en los campos lunares de la Primera Guerra
Mundial.
Además, la guerra traería evoluciones en otros campos
armamentísticos, que iremos analizando detalladamente en su momento, aunque
venga aquí el aclarar que la mayor parte de los ejércitos enfrentados contaba
ya con aviones de observación, en su mayoría ligeramente artillados, y cuyas
funciones irían ampliándose (así como su poder destructor) a lo largo de la
guerra. Nuevas armas, como los submarinos, las armas de destrucción masiva
(químicas) o los tanques, verán la luz a lo largo del conflicto.
Uniforme británico |
Uniforme ruso |
El desarrollo de uniformes que limitasen la capacidad de
visión del enemigo en entornos de humo y caos en el campo de batalla fue una
prioridad para la mayoría de los ejércitos. Alemania adoptó el Feldgrau (Gris
alemán) como uniforme básico; Austro Hungría el gris pálido; los británicos el
marrón; los rusos el marrón verdoso y casacas blancas en invierno (aunque
muchas unidades carecían de uniformidad); y Francia… Francia fue la única que
al comienzo de la guerra daría prioridad a componentes de carácter moral sobre
la seguridad de sus hombres. Hacia principios de siglo, y viendo lo que se
venía encima, el ministerio del ejército, bajo el mando del Ministro Messimy,
desarrolló un uniforme azul grisáceo, que reducía bastante la visibilidad en el
campo de batalla; sin embargo, los nacionalistas franceses y sectores del
ejército, protestaron de forma abierta al grito de “El Pantalón Rojo es
Francia”. Messimy recibió tal cantidad de presiones que acabó anulando sus
directivas para el cambio de la uniformología, por lo que el soldado francés comenzó
el conflicto europeo poniendo por delante el “Elán” (como ya vimos en el
artículo anterior, “Planes Enfrentados”) y un blanco perfecto, en un llamativo
rojo francés, por detrás.
El Pantalón rojo es Francia. Uniforme francés de 1914 |
Pero como dijimos anteriormente, salva la deshonrosa
excepción de Francia, el uniforme fue la única concesión de los líderes a los
hombres que afrontarían la batalla.
Y ello porque ninguno de los contendientes fue capaz de
prever lo que las huellas de la historia habían dejado bien claro; los campos
de batalla de la futura guerra se convertirían en enormes mataderos de hombres,
lo que obligaría a levantar enormes cantidades de soldados para cubrir tan
extraordinarias pérdidas.
Alemania tuvo que desplegar a medio millón de reservistas
para poder cumplir las expectativas del alto mando para la implementación del
Plan Schlieffen, número que se quedaría corto en cuanto se estancó la guerra.
El Imperio Austrohúngaro comenzó la guerra con un centenar
de regimientos, y medio millón de hombres… Sólo en el choque con Rusia en
Galitzia a finales de 1914 sufrió más de 250.000 bajas, aprendiendo a las
bravas que no habían calculado bien las proporciones, y necesitando reclutar
urgentemente tropas para la sangría.
Francia inició la guerra con unos 700.000 hombres, número
absolutamente insuficiente, a la vista del enorme movimiento de tropas alemán
en su flanco izquierdo (el derecho alemán). Se salvó por la llegada de los
primeros reservistas al Marne (como veremos más adelante), lo que le hizo
iniciar rápidamente planes de movilización extraordinaria.
Rusia movilizó un ejército gigantesco. El más grande en
época de paz, con más de un millón de soldados, fue incapaz de hacer frente a
sus rivales (como Japón) en los conflictos de finales de siglo y comienzos del
XX. Cuando se inició la guerra, movilizó su grueso de más de cinco millones de
hombres, pero carecía de infraestructuras y comunicaciones para poder de hacer
del ejército zarista un arma eficiente. Muchas unidades tardaron meses en
recibir uniformes y armas, otras carecían de artillería suficiente y otras muchas
de instrucción. Aunque consiguió algunos éxitos, como veremos en futuros
artículos, su falta de comunicación, la constante amenaza de una rebelión
bolchevique en el interior del ejército, y, sobre todo, la ineficacia de los
mandos, impidió sacarles rentabilidad.
Y finalmente, el ejército británico, el único verdaderamente
profesional. Con una logística excelente y una cultura militar elevada,
inculcada en los enfrentamientos coloniales victorianos, contaba con un
ejército regular de más de cien mil hombres (más los batallones basados en los
territorios de Ultramar), que sería enviado a Francia y Bélgica. El número,
obviamente, resultaría absolutamente insuficiente, y el BEF (British
Expeditionary Force) como veremos posteriormente, cumpliría diligentemente con
su labor, hasta ser prácticamente exterminado en sólo unos meses de guerra.
Obviamente, los británicos se vieron obligados a realizar reclutamientos
urgentes en todas las provincias del Imperio, desde Nueva Zelanda y Australia
(ANZAC) hasta Canadá; desde la lejana Sudáfrica hasta Irlanda. Cabe decir que
al final tuvo tantos hombres en el frente que, sólo en el primer día de la
batalla del Somme, fue capaz de sostener 70.000 bajas y aun así mantener la
línea de frente.
En resumen, los ejércitos que se desplegaron para la Gran
Guerra eran un auténtico monumento a la inconsciencia, a la falta de escrúpulos
de sus comandantes, a la ceguera de las lecciones del pasado; un fiasco en toda
regla, como la ley de la guerra se encargaría de demostrar en pocas semanas.
Muy bueno...
ResponderEliminarEres un grande