Tras los
sangrientos choques frontales de 1914, cerrados con el primer y terrible
enfrentamiento en Ypres, Bélgica, los mandos del Frente Occidental de uno y
otro bando, decidieron enterrar a sus hombres en sombrías y sucias trincheras,
como único medio de salvaguardar a los vapuleados soldados de las temibles
armas que portaban.
Fue tal la
matanza, y tanto el desazón de los mandos, que fueron incapaces de articular
rápidamente nuevas estrategias que les permitiese romper las líneas enemigas y
conseguir la anhelada victoria decisiva.
Los
combates de 1914 habían consumido hombres y material al mismo ritmo que las
reputaciones de los principales mandos enfrentados. Los más dañados fueron los
alemanes; Moltke, tras fracasar en su desarrollo del Plan Schlieffen, fue
sustituido por Erich von Falkenhayn, quién se arrojó a una nueva estrategia que
chocó frontalmente con la realidad, representada por el BEF de Sir John French,
en los campos de Flandes, en la ciudadela de Yprès. El fracaso de la “Carrera
hacia el Mar”, instigada por Falkenhayn, hizo que cayese en desgracia ante los
ojos del Kaiser, aunque seguiría dirigiendo las operaciones durante bastante
tiempo. Mientras, los aliados, vapuleados, con el BEF prácticamente destruido y
obligados a movilizar cientos de miles de reservistas, necesitaban reconsiderar
sus operaciones.
Tiempo de descanso. Británicos se asean entre bromas. |
Mientras,
se dedicarían a preparar las posiciones defensivas y reorganizar las unidades
en el Frente Occidental. Los alemanes reclutaron cientos de miles de nuevos
reservistas y Ersatz (reclutas con escaso entrenamiento), que enviaron al
frente para completar las unidades destrozadas en los meses anteriores, al
tiempo que comenzaban a desarrollar nuevas y demoledoras armas de destrucción
masiva, prohibidas en las convenciones internacionales, pero que comenzaban a
vislumbrar como única salida al estancamiento reinante.
Mientras,
los franceses reformaban sus unidades, incorporando los nuevos uniformes (“el
pantalón rojo es Francia”, pero también la mortaja de cientos de miles de
franceses, por lo que se decidió su urgente modificación y se retomó el gris
azulado que se intentó incorporar a comienzos de siglo) y movilizando a cientos
de miles de reservistas. Se reorganizó el frente, para poder apoyar eficientemente
a los aliados británicos, y comenzaron a trazarse planes para reducir los
salientes que el Frente, a modo de sierra, reflejaba sobre los mapas.
Oficiales de la 3.ª Brigada Canadiense |
Destinada
inicialmente a una zona del frente con escasa actividad, a fin de realizar un
periodo de acondicionamiento, los planes de Joseph Joffrè, Comandante en Jefe
Francés, para reducir los salientes que realizaba el sistema de trincheras (que
abarcaba desde Suiza al Mar del Norte), atacando y conquistando cualquier
saliente del mismo, forzó a que los canadienses supliesen a los restos del BEF
en el Saliente clave de Ypres. Aunque los planes ofensivos tenían escasa
entidad, ya que las fuerzas carecían de formación suficiente en ambos bandos,
si se realizaron ataques aliados en sectores como el de Compiens.
Sin
embargo, serían los alemanes los primeros que lanzarían una operación seria…
Enfrascados en sus acciones en el Este, el Alto Mando alemán decidió camuflar
los movimientos de tropas lanzando una ofensiva en el saliente de Ypres, donde
las trincheras británicas estaban rodeadas desde norte, sur y este. Se atacaba
este sector en la creencia que sería el más débil, por su ubicación. Pero las
verdaderas intenciones del Estado Mayor Alemán, eran otras: probar un nuevo
arma, un arma que estaría destinada a ser el santo y seña del conflicto, el
primer arma de la Era Moderna: el Gas Venenoso.
LAS FUERZAS ENFRENTADAS:
General Oberst Duque Albretch von Güttemberg |
Obús Alemán de 42 cm. "Gran Bertha" |
Frente a
las divisiones francesas que cubrían el sector norte del frente se desplegó el
XXVI Cuerpo de Reserva con 38 batallones de infantería y 36 piezas de
artillería.
En total
una fuerza de combate con unos 100.000 hombres y unas 200 piezas de artillería.
Al margen se encontraba la nueva arma secreta, unas 200 toneladas de Gas de
Cloro dispuestas para ser usadas desde más de 5000 contenedores.
Para
confrontarlos, los británicos disponían de fuerzas limitadas. Aunque habían ido
sustituyendo los restos del BEF por el “New Army” y tropas de los Dominios, aun
estaban lejos de tener un frente seguro.
General Horace Smith-Dorrien |
Posteriormente,
ante la incapacidad aliada para frenar la ofensiva, irían concentrándose más y
más hombres en el frente, hasta juntar los aliados 7 divisiones del Imperio y 2
francesas, o una fuerza combinada de 150.000 hombres.
22 DE ABRIL DE 1915. EL DÍA QUE CAMBIO LA FAZ DE
LA GUERRA:
Ataques del día 22 y primera fase de la batalla |
Al
amanecer del 22 de abril, desde las
trincheras alemanas se liberó cerca de 170 toneladas de Gas de Cloro, un agente
químico desarrollado por los equipos del químico Fritz Haber, a lo largo de una
sección de 6 kilómetros de trincheras, hacia las líneas ocupadas por las
divisiones francesas.
Liberando el Gas |
Cerca de 6.000
franceses y argelinos resultarían bajas en los primeros diez minutos del
ataque, asfixiados al no saber la forma de confrontar un ataque de este tipo.
Las tropas coloniales francesas, que tan bien se habían portado en acciones
anteriores, entraron en pánico por el uso de un arma tan terrible. Los que no
perecieron, huyeron para salvar sus vidas; los soldados, medio asfixiados,
escalaban las trincheras para escapar del gas mortal, mientras eran triturados
por las ametralladoras alemanas.
Tropas francesas huyen de las trincheras |
Contraataque canadiense en Langemark |
Sin
embargo, no se consiguió restablecer el frente, y los británicos comenzaron a
abandonar Langemark, especialmente a raíz del asalto del día 24 de abril sobre
St. Julien.
LA LUCHA SE ENQUISTA. ACCIONES EN ST. JULIEN Y
FREZENBERG:
Lucha a muerte de la 2ª Brigada Canadiense |
El pueblo
de St. Julien había sido zona de retaguardia hasta el ataque del día 22. El
desplazamiento de la 2ª Brigada Canadiense hacia el norte, había expuesto las
posiciones defensivas, convirtiéndolas en primera línea de batalla. De hecho,
el día 24 de abril, el ejército alemán realizó su segundo ataque con Gas de
Cloro, esta vez sobre las trincheras canadienses en el frente de St. Julien.
Aunque los canadienses habían sido instruidos por sus oficiales en como
defenderse de un ataque de gases, orinando sobre pañuelos, telas o vendas y
colocándolas sobre las vías aéreas para evitar el efecto dañino del gas de
cloro, las contramedidas serían insuficientes. Los canadienses aguantaron, reduciendo
los efectos del gas, pero no eliminándolos, por lo que fueron cediendo terreno
ante el ímpetu alemán, abandonando finalmente St. Julien en manos alemanas.
Canadienses retirando las bajas |
Al día
siguiente, la Brigada de Northumberland volvió al asalto. Atacó el pueblo
frontalmente, consiguiendo recuperar algunas posiciones, pero las bajas fueron
tan importantes (unos 2.000 hombres) que, hacia el final del día, tuvo que
retirarse.
La lucha
se mantuvo durante varios días, aunque finalmente los aliados decidieron hundir
su línea de defensa, hacia el este, a posiciones que habían preparado en los
días anteriores.
Tras unos
días de reposo, en la que los aliados aprovecharon para reforzar su línea, el
ataque alemán se reactivó. Como ya hemos comentado, no se esperaba un éxito
semejante, por lo cual no habían preparado segundos planes. Albretch estuvo
reorganizando sus unidades para crear reservas de ejército. Desplazó tres de
sus cuerpos y la artillería hacia Risco de Frezenberg, defendido por soldados
novatos del Nuevo Ejército Inglés (las divisiones 27 y 28).
Bombardeo nocturno alemán en Yprès |
Retirando las bajas, empantanados en el barro |
La
ausencia de reservas de gas, y el haber conseguido parcialmente sus objetivos, provocó
que los alemanes detuviesen definitivamente las operaciones para el 26 de mayo.
Habían empujado casi seis kilómetros hacia su retaguardia a los británicos,
franceses y canadienses, lo que les permitía reducir sustancialmente el
saliente de Yprès.
CONSECUENCIAS:
Resultado en terreno ganado de la batalla |
Las bajas
de la Entente fueron muy superiores. Sólo la 1ª División Canadiense perdió
6.000 hombres. En total, las fuerzas del Imperio Británico sufrieron cerca de
60.000 bajas (59.275 según la Historia Oficial Británica), mientras los
franceses superaron las 20.000, de ellas casi el 85% el primer día de batalla.
Yprès destruido por la artillería alemana |
No obstante, la historia de ese pueblo llamado Yprés no acabaría acá. Se lanzarían operaciones secundarias para estabilizar o profundizar en el saliente a lo largo de 1915 y 1916, aunque no sería hasta 1917 en que los británicos lanzarían una operación mayor, que sería conocida como 3ª Batalla de Yprès o Batalla de la Passchendaele, una auténtica matanza que veremos en su momento en detalle.
Pero la peor consecuencia fue la carrera armamentística que, como vimos en el anterior artículo, desencadenaron las naciones para crear el arma más decisiva y destructiva, una carrera que vería gases venenosos de todos los tipos y que, hoy en día, aun no ha acabado.
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